
Un tribunal islámico condenó a Marzieh Vafamehr a pasar un año en la cárcel y a soportar 90 latigazos por su intervención en una película prohibida por el régimen pero que circuló en forma clandestina.
Teherane man haray (Mi Teherán a subasta) es el nombre del film que las autoridades iraníes consideraron panfletario y por el cual persiguieron a Vafamehr con cárcel. El abogado de la mujer apeló la sentencia.
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