En el ambiente se discute sobre los los criterios que han determinado la inclusión de Alexa en la nominación de los premios Casandra, al verla junto a cantantes baladistas, algunas que vienen de los años ochenta, y que transitan entre la balada y el bolero.
Alexa no es baladista. Eso es importante aclararlo. Su música se basa en elementos de la música urbana, que nada tiene que ver con el estilo que desarrollan algunas de las cantantes que aparecen nominadas junto a ella como Cantante Solista del Año. Su música es urbana, y eso lo puede decir cualquier músico.
Aquí está arraigado el criterio de que solo el "dembow", el reguetón, el hip hop y el rap es lo urbano, dejando de lado expresiones como el R&B y otras fusiones que sustentan los estilos de Rihanna, Beyonce, y otros exponentes.
Su estilo urbano internacional, con buena lírica y música de ninguna manera es comparable con las expresiones callejeras de algunos exponentes, pero tampoco se le puede encasillar en el estilo de las cantantes clásicas baladistas de los ochenta, con las que se le ha querido juntar.
He ahí un gran dilema que confronta Acroarte al momento de establecer la categoría.
La música de Alexa, sus arreglos, el "beat" de sus canciones, las fusiones y los elementos urbanos de que hace acopio en sus temas la colocan en una dimensión muy diferenciada de las cantantes baladistas tradicionales, pero también distante de las expresiones monorítmicas de los que articulan el "dembow" y otros ritmos de la calle.
Comentarios
Publicar un comentario