
Con un vestido blanco muy ajustado y un escote que le llegaba casi al ombligo, Julia Orayen, que fue portada de Playboy México en su edición de septiembre de 2008, se encargó de repartir los turnos de un sorteo inicial en el debate.
Fueron menos de 30 segundos de las dos horas que duró el debate entre los cuatro candidatos presidenciales para los comicios del 1 de julio, pero la figura voluptuosa y la sonrisa pícara de Orayen ocupan hoy espacios preferentes en la prensa.
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