La cantante Donna Summer estaba convencida de que su cáncer fue provocado por la inhalación del aire tóxico después de los ataques terroristas del 9/11.
Summer, conocida como "la reina de la música disco", falleció ayer a los 63 años, víctima de un cáncer.
Aunque múltiples medios apuntan a que su muerte se debió a un cáncer de mama, el portal TMZ, que cita "varias fuentes" y fue el primero que difundió la noticia de su muerte, asegura que padecía un cáncer de pulmón que "contrajo al inhalar partículas tóxicas tras los atentados del 9/11 en Nueva York", en 2001.
Fuentes cercanas a la cantante dijeron a la página web que Summer se encontraba en Nueva York el día del ataque pues vivía en un apartamento cerca de la Zona Cero. Explicaron que Summer se convirtió paranoica sobre la contaminación en aire y su cargado olor.
Los meses y años después del 9/11, la obsesión se intensificó. Según las fuentes, cuando se estaban cerca de ella, constantemente pedía rociar con algún tipo de desinfectante de aire.
En otra ocasión, según supo la publicación, la presentadora de “Dance Fever”, Deney Terrio, dijo que la Reina de la música disco pedía en su camerino que se colgaran sábanas de seda en el camerino para evitar que el polvo entrara a la habitación.
Cuando Summer fue diagnosticada con cáncer muchos amigos le dijeron a la cantante que una causa podía ser que el humo de cigarrillo, ya que ella fue fumadora y frecuentaba clubs donde se fumaba. Ella nunca lo creyó así, y siempre acusó los ataques terroristas del 9/11, indicaron las fuentes.
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