Nada nuevo se dice cuando se habla de que el país se ha convertido en una plaza favorita para la filmación de películas pornográficas.
En Boca Chica, Puerto Plata y Juan Dolio está la filmación "ñanga" usando modelos que vienen de fuera y carajitas lugareñas criollas, de esas que tanto les encantan a los europeos.
Porque mientras aquí hay preferencia por la mujer blanca de pelo lacio, paradogicamente a muchos europeos les encantan las negritas "moño malo" que abundan en el Sur y el este del país.
Por ello no es raro ver a una negrita "comecoco" vestida de blanco, con una pamela en la cabeza, caminando agarrada de mano con un italiano o un alemán de ojos azules, despertando la envidia de las blanquitas del barrio.
Esos extranjeros se matan con cualquiera por su negrita "caquito de pimienta"
Lo mismo sucede con las películas porno donde aparecen unas muchachas criollas que ni de gratis las ven los dominicanos por los prejuicios, el racismo, que impera paradogicamente en un país de negros.
Pero las peliculitas que se filman aquí con esas negritas se venden como pan caliente en el mercado europeo.
No hay dudas de que las porno actrices están triunfando en el extranjero.
El Departamento de Investigaciones de la Policía (DNI) tienen conocimiento del asunto desde hace tiempo, pues hasta fotografías han tomado de los lugares donde se filman esas cintas.
Quienes se quejan, pierden su tiempo. A ese tema no se le hace caso.
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