
El musical Johnny, presentado anoche en función especial de prensa y patrocinadores, pese a su tono amateur y aficionado que se dejó sentir en una serie de fallos técnicos evitables (y que deben ser corregidos partir las funciones que faltan de hoy viernes y hasta el domingo en el Palacio de Bellas Artes), tuvo cinco aliados para convertirlo en un espectáculo artístico que se recuerde con dignidad y respeto, incluso más allá de la las sinceras lágrimas de emoción por el propio Johnny Ventura, el productor y artista Antonio Melenciano.
También lloró de buena gana mucha gente por la intensidad del instante en que el artista subió a escenario a agradecer el homenaje. Fue un gran final cargado de una emotividad tan espontánea por su sello de de justicia pública para reconocer la trayectoria de un artista que ha amplió las perspectivas del merengue.
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