
No
son de impresión falsa los billetes de dos mil pesos que circulan con
la serie del año 2013, según se desprende del comunicado del Banco
Central en el que advierte que esos billetes “no tienen fuerza legal ni
liberatoria” y exhorta a quienes los posean llevarlos a las entidades de
intermediación financiera para peritaje.
El
diccionario de la Real Academia de la Lengua define el adjetivo falso,
en su quinta acepción, de la siguiente manera: “Dicho de una moneda que
con intención delictiva se hace imitando la legítima”, lo que no ocurre
con el billete de dos mil pesos del año 2013.
En
su comunicado, el Banco Central no emplea la palabra falso en ninguno
de sus párrafos ni tampoco señala en los gráficos alguna alteración en
la impresión ni en los sistemas de seguridad que tiene el billete.
El
Banco Central deja claro que los billetes no fueron emitidos por esa
institución.“Se ha detectado la circulación de billetes de RD$2,000
pesos, serie o año 2013, que no han sido emitidos por esta institución”,
dice el primer párrafo del comunicado.
La
advertencia aplica sólo para los billetes de dos mil pesos con la serie
2013, en tanto valida los de las demás denominaciones que tienen la
misma serie, aclara el Banco Central.
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