El actor Philip Seymour Hoffman estaba
consciente de su grado de adicción a la heroína y sabía que podía
morir, según confesó a un amigo hace semanas.
Les dijo que se detenía unos días, pero después volvía a la carga y
aunque en un intento desesperado por salvarse ingresó a un grupo de
ayuda, eso no funcionó.
Uno de sus amigos le preguntó qué tan mal estaba y Seymour Hoffman respondió "si no me detengo sé que voy a morir".
Además del consumo de heroína, el actor de 46 años estaba bebiendo de
manera excesiva y aunque llevaba 4 años sobrio y era considerado un
"gurú" entre alcohólicos, recayó en la adicción.
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