ARTICULO EDITORAL
Los denominados merengueros de calle conjuntamente con los raperos criollos se están creando una mala fama que los identifica como “REPRESENTANTES DEL BAJO MUNDO” dado el manejo personal poco delicado que muestran ante la sociedad con sus acciones.
Golpizas a sus mujeres, conflictos donde relucen muertes de por medio, riñas, malquerencias con productores de televisión, líos judiciales, el consumo de drogas, exceso de recursos dando la impresión de “LAVADORA” que muestran algunos, el bulto sistemático en prendas y bebidas alcohólicas de precios exorbitantes, las orgías que se convierten en secreto a voces donde sus protagonistas lo cuentan en forma privada sin ningún tipo de rubor, son solo la punta de iceberg de las cosas que están “VENDIENDO” muchos que se hacen llamar “REPRESENTATES DEL PUEBLO A TRAVES DE LA MUSICA”.
Esta conducta se esta reflejando como un espejo frente al sol, el hecho de que ACROARTE decidiera poner el premio de esta categoria en manos del pueblo a través de un sistema de elección es solo una muestra del rechazo que se manifiesta con este segmento del arte popular dominicano que si no cambia su rumbo esta condenado a ser relegado. ( a pesar de que es una irresponsabilidad mayúscula por parte de los cronistas porque no fue el pueblo quien evalúo para las nominaciones, por tanto deberían asumir su rol).
El hecho de que Estados Unidos “NIEGUE” y en otros casos retire permisos de entrada a su territorio de manera permanente manda un mensaje claro y contundente al sector, algunos manejadores con experiencia por demás en estos asuntos deberían tomar en cuenta toda esta “VORAGINE” en que están envueltos sus artistas jalarlos a capitulo ahora que todavía queda tiempo, porque quizá mañana puede que sea muy tarde.
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