SANTO DOMINGO. Para José Vidal el viernes 15 de enero será un día que nunca olvidara, porque vio algo que solo en jerga de algunos pueblos se les atribuye a personas con problemas mentales.
Vidal labora como chofer y revendedor de productos misceláneos en el vecino Haití, cada martes llena su camión con trementina, velas velones, cajas de arenque, pañales desechables, vainilla, brillo verde, agua florida desodorante etc. Allí se hospeda y regresa cada sábado al país para descansar con su familia.
Dado el nivel de inseguridad que vive esa nación tras el terremoto se quedo en Jimani la noche del martes y desde el miércoles comercializa sus productos en el mercado, el jueves cruzo a cobrar algunas facturas; “TRATE DE LLEGAR A PUERTO PRINCIPE PERO NO PUDE, EL DOLOR ME EMBARGABA AL VER TANTA GENTE SUFRIENDO, SAQUE 10 CAJAS DE ARENQUE Y LAS REGALE, NO ME IMPORTA PORQUE LO QUE ME GANARIA CON ESO NO ME HARIA MAS RICO”.
Según cuenta su alma “SE LLENO DE DOLOR” al ver un hombre de unos 40 años llorando y hablando en creol COMIENDO M….EN UNA HOJA DE PLATANO; “ME PARE EN EL CAMION Y COMENCE A LLORAR, NO PODIA CREER LO QUE VEIA, ESE SEÑOR NO ESTABA LOCO, ES LO DIFICIL DE LA SITUACION EN ESE LUGAR, ME HINQUE Y LLORE AL MISMO TIEMPO LE DI GRACIAS A DIOS PORQUE A NUESTRA PARTE DE LA ISLA NO LE PASO NADA”
Afirmo que vio “MÁS DE MIL MUERTOS” y que la economía informal a quienes les suplía de mercancías quedo prácticamente “BORRADA DEL MAPA”.
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