Es la comidilla de El Piñón, en La Auyamas de Pedro García, distrito municipal de Santiago. El alegre y vivaracho Ramón Florentino Ramos no quiere estar más solo, quiere una compañera y ha elegido a su vecina, que nunca se ha casado y, hasta donde se sabe, sólo tuvo un novio.
Don Flor, viudo de 84 años y con 16 hijos, dice que solo ha rayado "en una caja”, que le fue fiel a su esposa fallecida hace tres años, pero que fue ella misma que le recomendó a Elvira si algún día faltaba: “Si me muero te casas con Elvirita”.
La edad no ha sido óbice, los hijos le han respaldado y la comunidad lo ha asumido más que las fiestas patronales. De amores tienen 7 meses, se proyecta boda por la iglesia.
Doña Elvira con sus ocho décadas a cuestas mantiene una cara a veces in expresa, muchos aducen que de temor, porque hasta donde se sabe aún es virgen.
Ella asegura estar feliz y no tener miedo, dice que él (Don Flor), le ha prometido amor y respeto.
“Aunque nunca he estado con un hombre, no tengo miedo, él es un hombre serio, ha prometido cuidarme y quererme”.
“El me quiere y yo lo quiero, es bueno saber que pasarás tus días con alguien, con alguien que te quiere”.
El traje de novia, impecablemente blanco ya está comprado. "Quiero que parezca lo que es, una virgen", sentenció el novio con su gran emoción reflejada en su rostro, que aún con el paso de los años mantiene vivaz y alegre.
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