George Clooney pasó unas horas en prisión por protestar frente a la embajada de Sudán en Washington, pero no por ello perdió el buen humor. Algunos de los manifestantes que estuvieron detenidos junto al actor de Hollywood revelaron cómo se la pasó haciendo bromas a los miembros de la policía. La más anecdótica de ellas quizá sea la que relataremos a continuación.
Tras ingresar a la patrulla policial y dirigirse a una comisaría lejos de los medios de prensa, los detenidos debieron registrar sus datos. Cuando a Clooney le preguntaron su nombre, este dijo con aplomo: “Mi nombre es Brad Pitt. La ocurrencia del actor, según contó el manifestante Fred Kramer, desató la risa de los presentes.
“El tiempo en la cárcel fue bastante increíble, fue como una pequeña conferencia. Durante esas horas hablamos sobre cómo podrían hacerse las cosas y cómo debería el Gobierno de los Estados Unidos tomar conciencia de esto”, añadió Kramer.
Clooney ya había dicho que su estancia en prisión no fue desagradable, pues recibió un buen trato.
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