El último informe de la autopsia del cadáver de Whitney Houston revela nuevos detalles sobre lo que encontraron los equipos sanitarios el pasado 11 de febrero en la habitación del hotel en la que se hospedaba la cantante.
La autopsia ha esclarecido que se hallaron hasta nueve tipos de drogas en el organismo de la cantante y su cuerpo estaba en condiciones deplorables, según supo Reuters.
Aunque era de conocimiento público la adicción de drogas de la vocalista con la autopsia ha quedado de manifiesto que el estado de salud era muy delicado por culpa del abuso de sustancia controladas.
Según Reuters, los médicos forenses encontraron en el cadáver de la cantante marcas de agujas, así como varios cortes y quemaduras superficiales en su piel.
Además, los especialistas observaron que Houston había perdido el pelo de sus cejas y de su cabeza. Por eso la cantante acostumbraba a usar pelucas.
Estos detalles sobre la autopsia se suman a los arrojados por el informe policial que expone que en la habitación de la diva había "polvos blancos" sin especificar.
Con lo que deja al descubierto que la cantante intentó rehabilitarse, pero nunca lo consiguió.
La cantante fue encontrada sin vida, boca abajo, flotando en la bañera con agua caliente por uno de los miembros del personal de Houston. Según el informe policiaco, los detectives se percataron de que de la nariz de Houston salía sangre, fruto de la perforación de su tabique nasal.
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