Para no llevarse una desagradable sorpresa, Kim Kardashian (de 31 años) ha empezado a cuestionar a su nuevo galán, el cantante Kanye West (de 34), sobre sus finanzas.
La batalla legal que Kim mantiene con Kris Humphries, su aún esposo, por la repartición de bienes tras el fin de su matrimonio, tiene muy preocupada a la empresaria, y por eso quiere saber todo sobre el dinero y las propiedades de West, lo que ocasionó su primer pleito.
"Kim y Kanye tuvieron su primera pelea real a principios de abril. Ella está obsesionada con el dinero, y esto está comenzando a irritarlo, ya que es de lo único que habla", aseguró una fuente cercana a la pareja.
Se dice que la más famosa de las Kardashian quiere asegurarse de que su galán pueda solventar el estilo de vida al que está acostumbrada, para no tener preocupaciones económicas y que, si llegan a separarse, él no tratará de sacar provecho económico como lo han hecho Ray J y Humphries.
"Ella se la pasa preguntándole sobre el dinero que tiene, las propiedades y sus ahorros. Kanye, muy molesto, le pidió que se calmara, que no tiene nada de que preocuparse", comentó la misma fuente.
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