Tras un largo período de compromiso a la espera de que la ley estuviera de su parte, Cynthia Nixon dijo “sí quiero” el domingo pasado en Nueva York a la mujer con la que comparte su vida desde los últimos ocho años. Nixon, de 46 años y conocida planetariamente por su papel de la pelirroja abogada Miranda en Sexo en Nueva York, se casó con Christine Marinoni, de 45, tras comprometerse en público. Nueva York es, desde el pasado verano, uno de los seis Estados de la Unión que permite los matrimonios homosexuales.
La representante de la actriz difundió la nueva buena a través de la revista People con un escueto comunicado: “El 27 de mayo de 2012 ambas se casaron legalmente en el estado de Nueva York”. El único detalle sabroso para los seguidores de la actriz felices con su nuevo estado sentimental —habrá de todo, en este tema del matrimonio gay, como en casi todos los importantes, el país está dividido en dos mitades— fue que la actriz lucía vestido de Carolina Herrera diseñado a medida. Ni una palabra de lo que vistió Marinoni.
Nixon descubrió su homosexualidad tras años de mantener una vida heterosexual. Estuvo casada con el fotógrafo Danny Mozes y tiiene dos hijos fruto de su matrimonio. Pero la historia de amor mantenida en secreto y de la que nadie supo hasta el estreno en 2008 de la película sobre la serie y que lleva el mismo título fue la de Nixon y Marinoni, una activista de los derechos de las lesbianas. Las crónicas de sociedad de entonces hablaban de que el marido de Nixon estaba “devastado” tras conocer el amor de su esposa por otra mujer.
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