Una caterva de TROMPONES, GALLETONES y SILLAZOS fueron rifados por una multitud sobre dos supuestos carteristas que se disponían a GUISAR a costilla de los pacientes del instituto oncológico de la ciudad de Santiago.
Se supo que uno de los carteristas, quien fue identificado como El Choto, le estaba METIENDO MANO al bolsillo trasero de un parroquiano donde casualmente almacenaba su cartera, al tiempo que a modo de distracción, Plinio, alias Boquilla, entablaba una conversación con la victima mientras se encontraba en una fila de tomas de muestras.
Al momento del suceso, el señor que estaba siendo objeto de robo y del cual no se pudo obtener su nombre, atinó a largarle un frasco lleno de una sustancia amarillenta, que se presume era orina, a los ojos del carterista, mientras el otro pretendió salir JUYENDO.
Ambos negaron conocerse, y afirmaron por separados, ser dos personas enfermas en busca de salud.
El gentío presente en el centro de salud, le ENTRÓ COMO LA CONGA a los desaprensivos, mientras un señor, jeringa en mano, amenazaba con "CHUPARLE LA SANGRE" a ambos a PUYONCITOS. Posteriormente, personal de mantenimiento y de seguridad del recinto pudieron controlar la situación y amarraron a ambos ladrones en las afueras del lugar, donde una señora que se identificó como cristiana los alentaba a no volver a pecar a ritmo de predicas bíblicas
Una hora después agentes de la policía se apersonaron al lugar y arrestaron a los alegados delincuentes.
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