Mundito Espinal es históricamente una marca fuerte tanto en la composición de temas populares como en la crónica de arte, actividad a la que ha dedicado gran parte de su vida,.
Hoy retirado a la tranquilidad de su hogar, recuerda cómo se fundó la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) y revela que durante las discusiones para crearla, se conformaron dos tendencias opuestas: una encabezada por Francisco Álvarez Castellanos, que la entendía con la misión de crear un premio, y otra que lideraba Espinal, y que consideraba que debía ser una asociación más gremial que buscara el bienestar de los cronistas mediante planes sociales (seguro médico, tarifas de salarios, etc) y de capacitación para entender mejor los espectáculos y los géneros artísticos, a fin de analizarlos mejor y darles una calificación o crítica basada en criterios técnicos y de investigación.
Recordó que cerca de un año antes de la fundación institucional de Acroarte, los cronistas, que entonces se reunían en el club nocturno El Prestigio, de Guillermo Henríquez, debatían el quehacer de la entidad. Para entonces existía el Premio El Dorado, de Máximo Polanco Estrella y con el profesor José Del Monte como presidente del Jurado.
Dijo que el surgimiento de los Premios de Acroarte, determinaron prácticamente la muerte de los premios El Dorado, ya que los cronistas dejaron de hablar del que auspiciaba Máximo Polanco Estrella, también destacado compositor.
El consejo
Recomienda el veterano cronista y compositor, a los nuevos cronistas, que se preparen mediante la lectura, que lean libros de verdad y no solo consuman información superficial buscada en 3.5 segundos en Google.
“Tienen que capacitarse de verdad, para saber de que están escribiendo. Tienen que ser honestos en sus criterios. Tienen que evitar la lucha de intereses y servir al público diciendo la verdad, sin acomodar nada de acuerdo a las relaciones que tengan los productores y artistas” afirma como consejo.
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