Un fanático del público se paró a tirarle fotos y el artista enojado le gritó ¡fuera!, interrumpiendo su actuación con Serrat en el tema "Cantares".
Del "tiro" hasta dejó de decir su parte en la canción que hacía a duo con Serrat, y tuvo este que pasarle la mano para calmarlo porque estaba "dado al diablo".
Los dos sexagenarios cantautores actuaron en un Palacio de los Deportes sin aire, y con una pésima acústica. Aún así el público disfrutó del concierto, salpicado, como ya hemos dicho, del detalle de que Sabina, al igual que en otras ocasiones, rechaza con rabia que le hagan fotos.
Misión imposible en una época en que los teléfonos móviles son también cámaras fotográficas y de video.
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