El secuestrador de Cleveland Ariel Castro pudo haber muerto de asfixia autoerótica, no suicidio, informó el estado de Ohio hoy.
Dos guardias correccionales falsificaron las bitácoras en las que documentan sus observaciones sobre el reo horas antes de que muriera.
Cuando fue encontrado, Castro tenía los pantalones y la ropa interior en los tobillos, lo cual llevó a las autoridades estatales a remitir los hechos a la patrulla de carreteras y sopesar la posibilidad de asfixia autoerótica, según el informe del Departamento de Rehabilitación y Corrección de Ohio.
El informe sugiere – pero no concluye – que Castro pudo haber muerto como resultado de asfixia autoerótica, práctica en la que individuos alcanzan satisfacción sexual al estrangularse brevemente hasta perder la conciencia.
Castro no dejó una nota suicida y “múltiples niveles de evaluación” no hallaron tendencias suicidas, según el documento.
Una evaluación mental abarcadora “no halló evidencia de enfermedad mental seria”.
Vídeos de seguridad apuntan a que los guardias no verificaron el estado de Castro en al menos ocho de las ocasiones requeridas durante la tarde y noche previas a su muerte.
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