Sellando una semana de múltiples especulaciones sobre las causas de la muerte de Yasir Arafat hace nueve años, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) afirma que “no murió por su avanzada edad o una edad” y apunta, una vez más, a Israel como “único y gran sospechoso”.
Si la viuda Suha Arafat, que ha denunciado la muerte por envenenamiento con polonio 210, prefirió no acusar a nadie al recordar que su marido tenía muchos enemigos (internos y externos), la ANP sí ha levantado hoy su dedo acusador. “Israel es el único sospechoso de la muerte de Arafat”, ha afirmado en Ramala, el jefe de la Comisión palestina de investigación, Tawfiq Tirawi que reconoce sin embargo, que aún deben investigar cómo y sobre todo quién supuestamente le envenenó.
Una acusación rechazada de forma rotunda por los ministros del actual Ejecutivo israelí y del que gobernó durante el sitio militar a la Mukata de Arafat en Ramala en la Segunda Intifada y su posterior fallecimiento el 11 de noviembre del 2004 en el Hospital Percy, a las afueras de Paris. “Son tonterías y forman parte de las luchas internas palestinas. En ninguna reunión del Gobierno de Ariel Sharon se planteó la posibilidad de matarle”, afirma Silvan Shalom, ministro en la actualidad y hace nueve años cuando Arafat falleció.
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