SEGUN ASOCIACION DE PILOTOS: "AIR DOMINICANA EN QUIEBRA POR FRANCACHELAS Y DESPILFARRO DE SUS EJECUTIVOS EXTRANJEROS"



SANTO DOMINGO. La bancarrota de Air Dominicana es un hecho irreversible, aunque no se haya anunciado oficialmente. Su personal suspendido y con más de tres quincenas sin cobrar, las oficinas cerradas y hasta con la energía eléctrica cortada, y la salida del país hace cerca de dos semanas de su única aeronave, luego de su entrega a la empresa extranjera propietaria de la misma; todas estas son muestras irrefutables de esta quiebra empresarial, y que luego de analizar sus razones se hace necesaria una auditoría de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, en vista de que el Estado Dominicano era su accionista mayoritario.

Conocedores de las interioridades de esta empresa dicen que por esto alguien debe rendir cuentas, y que el Gobierno Dominicano debe exigir explicaciones, al igual que asegurarse que a los empleados dominicanos se les den sus prestaciones laborales, pues mientras a ellos no se les dice nada, ya los extranjeros han recibido esos beneficios.

La francachela de los extranjeros se tragó la empresa.


No hay que ser un científico, ni mucho menos un gurú de la administración de empresas, para entender que la causa principal de la debacle de Air Dominicana estuvo en la pobre tutela y el dispendio de sus recursos por parte de los ciudadanos extranjeros en quienes se confió la gerencia de esta incipiente empresa aérea.

El mejor ejemplo de lo anterior son los sueldos y privilegios de los que disfrutaba su Gerente General. Un salario base de 15 mil euros mensuales (equivalentes a tres cuartos de 1 millón de pesos dominicanos), todos sus gastos cubiertos, incluyendo la vivienda (lógicamente en un afamado hotel o en un residencial de lujo), y una tarjeta de crédito con un límite de 30 mil dólares mensuales.

Como si lo anterior fuera poco, se le compró una "jeepeta" con un valor en el mercado cercano a los 60 mil dólares americanos. Este vehículo llegó a ser usado en asuntos personales por la esposa de uno de los administradores de la empresa, durante el período en el cual se esperaba la sustitución de un gerente general a otro, cuando en cambio no existían vehículos para realizar imperiosas diligencias de trabajo por parte de su personal de operaciones y mantenimiento.

Según personas conocedoras de la situación y quienes pidieron reservas de sus nombres, el cargo de Gerente General de Air Dominicana ha sido ocupado por tres ciudadanos españoles, quienes han sido traídos al país para esos fines, y ninguno de los cuales tiene los suficientes antecedentes profesionales en la administración de aerolíneas.

Otro triste caso fue la contratación de un Gerente Comercial, de nacionalidad argentina, quien fue favorecido con un lujoso salario y otros importantes beneficios, pero que lo único que hizo en el país fue hablar muchas mentiras acerca de contratos comerciales inexistentes, y hacer incurrir a la empresa en grandes gastos cubriéndole todos sus supuestos viajes de negocios.

Pero lo considerado lo más indignante fue la contratación de un Director de Operaciones Internacionales, cargo considerado innecesario y que naturalmente recayó en un ciudadano español, con un salario de 12 mil euros mensuales y todos sus gastos cubiertos; quien más bien es recordado por sus andanzas en el municipio de Boca Chica, lugar donde se encuentra el lujoso hotel en que se hospedaba, y también por las "facturas de gastos" que presentaba, las cuales se pagaban inexplicablemente, aunque supuestamente eran hechas a mano.

De igual modo se cuestiona el hecho de que se contratara a un técnico en mantenimiento de aeronaves, de nacionalidad española, con un salario de 8 mil euros mensuales, pago de un hotel por alrededor de 150 dólares diarios, el alquiler de un carro por 75 dólares diarios, y una dieta para gastos de 125 dólares diarios; cuando el Director de Mantenimiento de la empresa devengaba un salario de 3,500 dólares mensuales. Fuera de toda mezquindad, a este técnico extranjero se le reconoce una gran capacidad y un gran conocimiento de las aeronaves B-737, pero el Director de Mantenimiento no se queda atrás en cuanto a formación y experiencia.

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