NUEVA YORK. La primera robot sexual ha sido fabricada y exhibida por una empresa de desarrollo tecnológico en New Jersey y sus creadores le atribuyen ser la primera del mundo en su género. Su nombre es Roxxxy.
La muñeca robótica que mide 1.73 metros y con altura y pesas 54 kilos, fue expuesta durante una exhibición de artículos sexuales para adultos en Las Vegas (Nevada). Su costo inicial oscila entre los $7 a $9 mil dólares.
Posee piel sintética, inteligencia artificial y fue diseñada exclusivamente para entretenimiento sexual. Los inventores de la robot, dicen haberse inspirado en la película "Avatar" para la creación del objeto.
Está preparada para la acción, no cocina, ni aspira, pero sí puede hacer otras "cosas", dijeron los representantes de la empresa fabricante, entre ellos el ingeniero Douglas Hine, responsable del proyecto.
El diseñador tecnológico agregó que la "mujer robótica" tiene personalidad propia y capacidad para adquirir nuevas características y preferencias, lo que llenará un espacio en las necesidades psicológicas de los compradores.
La empresa anunció que muy pronto estará en el mercado también "Rocky", un muñeco sexual para mujeres. Ambos productos se pondrán a la venta en Estados Unidos y Europa.
Entre las opciones que los eventuales dueños de la robot podrían usar a través de un sensor remoto que envía señales u órdenes a la pieza figuran "Wild Wendy", (La salvaje Wendy) de carácter extrovertido, "Frigid Farrah" (Farrah la frígida) que es tímida y reservada, "Mature Martha" (Martha la maternal), que es de tendencia tierna y "S & M Susan".
Su piel imita a las de las mujeres humanas, órganos sexuales artificiales, pero idénticos y funcionales a los reales y un esqueleto articulado. Entiende, escucha, habla y hasta envía e-mails picantes, si el propietario se lo requiere.
La empresa Truth Companion (Compañía Verdadera) situada en Lincoln Park (New Jersey), no dijo cuándo oficialmente estará a la venta, pero se adelantó que ya se pueden hacer los pedidos. Douglas dijo que en caso de problemas en entender a quien hable con la robot, "ella" actúa como una mujer "normal". Hace compañía, habla, oye y se va a la cama.
El comprador tiene también la oportunidad de intercambiar impresiones sobre gustos materiales y pasiones con Roxxxy, como sus preferencias por deportes, automóviles y otros. Pero el asunto no llega hasta ahí.
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