EN BROMA Y EN SERIO.


La ola de robos de ganado y otros animales domésticos ha llevado a tomar medidas extremas, como este señor en un campo que decidió llevarse una becerra “AL PUEBLO” en un motor para no dejarla sola en su casa ya que puede correr el riesgo de ser raptaba y “DESOLLADA SIN CONTEMPLACIONES”

Algunos se mantienen incrédulos ante la situación pero es una realidad que en poblados del sur profundo como Neyba, Barahona, Las Matas de Farfan entre otros las vacas, chivos y ovejos deben ser vigilados hasta con escopetas ya que distintos animales destinados a la carga como burros y caballos se los han comido todos y en su lugar los haitianos están desarrollando dicha labor.

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