Este joven estudiante de la UASD cae “abatido” por el hambre, después de una larga jornada de clases sin comer, el cansancio y la falta de algo que digerir le sugieren un “descanso” obligatorio al cerebro para que no le de una “sirimba” esto acompañado del deshogo constante de sus intestinos ya que su sistema gastrointestinal estaba repleto de gases que por algún lado debían salir.
La situación genero risas y burlas en todo el estudiantado que compartía clases con el joven en cuestión, cuando despertó 45 minutos después estaba desubicado preguntando donde estaba y si ya había llegado la luz.
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