Hace casi dos años un empleado de motel me concedió una entrevista de forma confidencial que daba cuenta sobre el uso de CAMARAS ESCONDIDAS en el interior de cabañas donde se grababan todo lo que la gente HACIA EN ESOS LUGARES, de inmediato un grupo de puritanos, gente del medio y otros que se creen con la verdad absoluta por el simple hecho de que no fueron ellos quienes consiguieron la publicación comenzaron a denostar la autenticidad del trabajo y cuestionaron de manera acida la veracidad del mismo.
El escrito en cuestión usted lo puede encontrar PULSANDO AQUI, el mismo daba cuenta sobre figuras a todos lo niveles, políticos, empresarios, de la televisión, bailarinas de programas, presentadores, periodistas encumbrados en altas esferas, empresarios, deportistas, etc. Que muchos no sabían que tenían cierta preferencia sexual, quedaban descubiertos.
Al día de hoy la verdad ha salido debajo de las piedras, resulta que la fiscalia del distrito ha sometido a 3 carajos que se dedicaban a grabar la gente en las cabañas para luego extorsionarlas amenazando con publicarlos Internet si accedían a sus requerimientos.
Conforme con las declaraciones del fiscal, para tales fines los imputados conseguían presunto orden autorizado de intervenciones telefónicas de las jurisdicciones del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo visto de legalidad.
En rueda de prensa, Moscoso Segarra explicó que se está investigando para determinar si los imputados, cuyos nombres no fueron divulgados, estarían involucrados en sicariato.
Dijo que la cabeza principal de la banda fue apresada en Santiago, y que tenía una oficina supuestamente de detective privado, que se dedicaba, entre otras cosas, a extorsionar personas.
“Estas personas grababan en los moteles, le daban seguimiento y luego la chantajeaban, expresó el fiscal, tras indicar que tres personas se querellaron contra los imputados a los que les entregaron miles de dólares.
Explicó que en los allanamientos realizados se encontraron documentos originales de la Fiscalía del Distrito y la provincia Santo Domingo y que en el proceso de investigación se determinará cómo llegaron a esa oficina. No descartó que esos documentos fueran agenciados por ellos mismos.
Dijo que es un asunto muy delicado, no por la extorsión, sino por el uso de documentos públicos, que se suponen son del manejo solo de las autoridades.
Indicó que las cámaras se colocaban en los moteles y cabañas ejecutivas donde acuden personas adineradas.
Los delincuentes entraban a la cabaña, ponían un dispositivo oculto para grabar y luego le daban seguimiento a las personas, percatándose antes que fueran de alto costos los lugares.
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