Hacer televisión en República Dominicana se convierte en una odisea para quienes no tienen padrino o nadan contra la corriente de intereses particulares.
La permanencia necesita de algo más que del trabajo constante.
La comunicadora Judith Leclerc es un ejemplo de esto.
Su producción “Mil historias...con Judith Leclerc” lleva al aire un año y cuatro meses con muy buena aceptación del público y ranting que superan películas y novelas de transmisión en su horario.
Este tiempo le ha servido para fortalecer una producción que, con poco tiempo, comienza a llamar la atención de los anunciantes.
“Mil historias...” es una producción motivadora, de hechos positivos, que contrastan con los negativos.
“La gente tiene por costumbre esperar los lunes, a las 9:00 de la noche, para ver un programa que los inspira, los descansa de tantas tragedias y negatividad con que los bombardean a diario”, asegura la joven comunicadora.
Los televidentes le han dicho que sí, pero, ha sido así con los anunciantes?
“Me enfoqué tanto en la producción del programa que ahora es que vamos a dedicarnos a la venta. Ya tengo una vendedora que se está encargando de eso y ya los comerciales comienzan a llegar, eso se debe a esta decisión, por lo que hay Mil historias pa’ rato”.
En febrero pasado, con apenas meses en el aire, “Mil historias con Judith Leclerc” ganó un Casandra, por su especial de televisión "La Batalla por Crecer".
Acogida
Leclerc resalta que la gran acogida que ha tenido el programa es porque esta sociedad necesita un cambio y ella induce a la motivación a través de las historias positivas que presenta cada lunes.
“República Dominicana tiene que cambiar. La gente ve las historias del programa y se da cuenta de que no todo está perdido. Me lo hacen saber a través de twitter y facebook”.
Mil historias se transmite los lunes, a las 9:00 de la noche, por CDN, canal 37 y por Dominican View, los domingos, a las 8:00 de la noche.
UN APUNTE
Una negativa
Judith recuerda el caso de un emporio comercial que le negó apoyo, porque se hizo eco de una denuncia hecha por una joven que resultó engañada con un producto de esa empresa y lo publicó en su blog. Algunos medios se hicieran eco de la denuncia y eso molestó a los propietarios de la empresa. “Me dijeron que jamás me colocarían”, dice la periodista.
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