LAS 10 PELÍCULAS DE RD QUE PUDIERON SER MEJOR DE LO QUE RESULTARON


Las 10 películas  de RD que pudieron ser mejor  de lo que resultaron
La tarea de evaluar las películas dominicanas· con mayor cantidad de desaciertos de todos los tiempos, pinta ingrata, desagradable, desacreditadora, negativista. Pero no.· No todo el mundo está en la disposición de exponerse en la lengua· de los directores (todos hombres) afectados por este análisis y que, con toda seguridad, se sentirán molestos por haber sido incluidos en un listado tan poco prestigioso, en lugar de agradecer el tiempo prestado a sus producciones con una perspectiva de analizar para mejorar prácticas y capacidades que han conducido previamente al fracaso artístico o comercial de cada proyecto enfocado.
No se trata ni de molestarles ni de buscar lectoría por lo amarillista del tema. Es propiciar una análisis que nunca antes se ha hecho, para mejorar las condiciones y los productos del cine dominicano que se sigue haciendo.
Justo ahora cuando gracias a la Ley Nacional de Cine) más gente· talentosa y no tan talentosa, tiene posibilidades de hacer cine) restadora de afectos y amistades, pero de alguna forma es necesario, tomar conciencia de lo que se ha hecho en cine local, cómo se ha hecho, cuales errores signan la producción y cuales son las prácticas que, desde el guión hasta la post-producción (y en algunos casos incluso el mercadeo) se deben evitar.
Aun cuando sus directores se sentirán molestos, de seguro, que si tuvieran oportunidad de filmar la misma película de nuevo,· acometerían la tarea de modo distinto al que lo hicieron.
CASO POR CASO
1. La casa del km 5 (Omar Javier).Terror. Su principal defecto radica en el concepto mal concebido, peor escrito y llevado a pantallas rompiendo los patrones del buen juicio.
2. Lío de Faldas (Miguel Vásquez). Homenaje al mal gusto y desperdicio de recursos técnicos mal empleados, con errores de antología en la filiación y fallas inexcusables en la ortografía de los títulos. Contraproducente y exhibida· fuera de época, para peores resultados.
3. Código 666 (Elías Acosta). Un tema oportunista mal llevado con un guión excesivamente parlamentarista que desaprovechó el talento de los actores al exponerlos a largos diálogos, afectando el ritmo.· Un error impropio de un buen director como es Elías Acosta.
4. Éxito por intercambio (Miguel Vásquez). Fue el primer gran error de Miguel Vásquez, que procuraba, en base a un guión que pudo haber sido mejor, lograr impacto gracias al poder de atracción de las figuras del arte y las presentadoras de televisión (en ese momento muy de moda).
5. Para Vivir o Morir (Radel Villalona). Tan mala que debieron reconstruirla y ni así se logro un buen producto.
6. El Caballero de la Media Noche (Jimmy Sierra). Sierra, nuestro amigo, no logra la clave para dar con buenos guiones y realización adecuada cuando se trata de ficción. Siendo como es uno de los fundadores de la tradición fílmica dominicana, parece que cuando es ficción, algo falla. Excelente en otras producciones audiovisuales (documentales sobre arte, series de reconstrucción· históricas y hasta cintas de animación poco conocidas) ya debería tener conciencia de cual es su fuerte y enrumbar por ahí sus talentos indiscutibles como creador audiovisual.
7. Lilís (Jimmy Sierra). Una producción de época que resultó muy abarcadora y demandante para pocos recursos. Un guión matizado por populismos, facilismos y hasta notas de mal gusto. Valido lo escrito en el punto seis.
8. Víctimas del Poder (J. Lendeborg). Una producción de un director talentoso pero mal orientado al seleccionar un triller que no pudo realizar como era debido. Su guión, aceptable, no tuvo la consistencia realizadora que demandaba. No contó además con los recursos que demandaba su proyecto.
9. Andrea (Rogert Bencosme). Es el único éxito económico de las peores de todos los tiempos, lo que no significa que haya sido buena realización. Le faltó a una dirección actoral adecuada y cuidado profesional de sus efectos especiales.
10 Lascivia (Hermanos Bencosme). El regreso de Frankie y Roberg Bencosme involucró un proyecto que debió representar una maduración de sus prácticas.

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