No hay nada que se pueda oponer a la naturaleza, la semilla tiene que pudrirse en un terreno determinado para a partir de ahí comenzar a brotar el árbol del mañana. Los espermas del hombre y óvulos de la mujer tienen que configurarse, mezclarse entre sí para entre los dos crear un ser con vida. Todo en la vida toma su tiempo, no nace el mismo día en que el esperma llegó al óvulo, se necesitan nueve meses.
En el arte la desesperación lleva inevitablemente al fracaso. Esto pasa en todos los niveles del arte. Un programa de radio o de televisión necesita que su desarrollo en el tiempo logren pegarlo y ser agradables e interesantes a quienes los escuchen y vean. Por más dinero que usted invierta necesita tiempo para que pueda nacer varón o hembra el árbol, meses, la criatura en el vientre de la madre o más de un año para el programa de televisión, para que quienes lo ven se habituen. Cuantas veces usted ha oído decir que a fulano o a fulana se le han invertido millones de pesos y no arranca. Recuerdo una vez cuando Bienvenido Rodríguez me decía que tenía más de 700 mil dólares invertidos en Juan Luis Guerra, pero que él estaba seguro que iba a explotar... y explotó.
Y es que el desarrollo y el crecimiento del mismo toma su tiempo.
Claro hay fenómenos, como en todo, que son las excepciones, en mi caso: Negros, Ciudad de Angeles, Ilegales y en un pasado remoto, Fernando Villalona tuvieron la pegada instantánea.
Por mucho dinero que usted invierta regalando carros, casas y pendejadas de todo tipo no es la forma de lograr pegada. Chévere Nights no ha tenido que regalar nada y en nueve años recientes de la historia de la televisión dominicana ha logrado una pegada y un sitial en el gusto de las familias que nadie podra regatearle.
Televisión e intérprete han pasado de ser negocio de pobre a negocio de millonarios. El que no entiende esto que se retire, es más, que nunca trate de entrar.
Muchos de ustedes saben bien que hay alguien que recibiendo la fama heredada de su familia musical ha invertido más de ocho millones y no arranca. Quizás sea que lo quieran hacer merenguero y no será merenguero jamás. De ahí su grave error y frustración.
No todos los caminos nos llevan a Roma, pero sí nos ayudan a entender cuáles de esos, en el abanico de posibilidades, nos permiten llegar más seguro. Nuestra historia nos enseña en muchas formas como han existido fuegos artificiales en la radio nacional que han durado segundos, se apagan rápido.
No pretendamos volver a pisar por los mismos senderos que ya caminamos, porque tenemos que crear, que ahí es que podría estar el éxito.
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